Accesibilidad: se puede acceder a los activos tokenizados de forma global, las 24 horas del día desde cualquier lugar del mundo.
Inalterable: los registros de la propiedad de los tokens no pueden ser eliminados ni editados. En caso de disputa, los conflictos se pueden resolver rápidamente consultando los registros de inalterables de propiedad.
Transferibilidad: las fichas pueden transferirse fácilmente de una persona a otra.
Transparente: ya que cada registro de propiedad se mantendrá en un libro de contabilidad compartido e inalterable, se garantiza la máxima transparencia.
Rentabilidad: los activos tokenizados reducen las comisiones, ya que se elimina la participación de intermediarios que a menudo restringen la accesibilidad a la inversión.
Propiedad fraccionada: cuando los activos se digitalizan, se vuelven altamente divisibles. Por tanto, los inversores pueden invertir en pequeños porcentajes de bienes tokenizados, mejorando así la liquidez.
Transacciones rápidas y más baratas: el proceso de intercambio de transacciones y transferencias está automatizado, lo que acelera la ejecución de las operaciones con menores gastos de transacción.
Base de inversores más amplia: la propiedad fraccionada de los activos digitales amplía la base de inversores. La tokenización abre oportunidades para un nuevo conjunto de inversores y les permite diversificar su cartera de inversiones en activos que antes no podían permitirse.